3/9/20

Bien por mal

 


Santo Tomás Moro llegó a decir: 
“Los hombres, cuando reciben un mal lo escriben sobre un mármol; mas, si se trata de un bien, lo escriben en la arena…” 
¿A qué se referían sus palabras? Los hombres solemos ser propensos a guardar en nuestro interior y no olvidar los agravios que nos hacen. En cambio, a menudo damos poca importancia cuando nos hacen un bien. Es como si lo malo tuviera para nosotros más importancia que lo bueno. De igual forma nuestra relación con el Señor nos lleva frecuentemente a quejarnos de que no recibimos determinados favores y, en cambio, si nos acaecen penas, dolores o calamidades nuestro egoísmo es tal que olvidamos todo el bien del que hemos gozado. Claro está: Dios no quiere el mal para nosotros; incluso nos ayuda a superarlo. Pero nos llama a reconocer nuestros límites, a agradecer el bien recibido y a ayudar a quienes pasan por malos momentos o situaciones de dificultad.

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